Este instrumento se desarrolla durante el siglo XIX a partir de los órganos de boca asiáticos. Estos órganos consisten en un recipiente hueco de calabaza o madera del que sale una serie de tubos de caña de bambú. Cada tubo tiene en su parte baja una lengüeta que al vibrar produce el sonido. A partir de este principio se comienza a experimentar con diversos modelos hasta que en 1828  se crea la armónica y más tarde, en 1829, el acordeón.

Cristóbal Nuez

Escucha un acordeón

El acordeón ha ido evolucionando y se han creado diversas variantes. Los más usados en Canarias han sido el acordeón diatónico (que cambia la nota que suena según se abra o cierre el fuelle) y el cromático (especialmente el sistema piano) que da la misma nota por cada tecla o botón independientemente de que el fuelle esté abriendo o cerrando.

El acordeón dispone de un fuelle para dar el aire necesario para el funcionamiento de las lengüetas,  un teclado o botonera para la mano derecha que se encarga de ejecutar la melodía y una botonera para la mano izquierda que produce distintos acordes y bajos por cada botón (el acompañamiento).